MAO.-El obispo de la diócesis de Mao-Monte Cristi, monseñor Diómedes Espinal, dijo que los hechos de violencia que han surgido en algunas comunidades del Sur y el Noroeste del país, son preocupantes y llamó a evitar esas confrontaciones que no dejan nada bueno.
El sacerdote manifestó que no es un secreto para nadie que muchas comunidades no quieren la presencia de haitianos y que esa dificultad se ha presentado en la misma iglesia, porque hay dominicanos que no quieren que los ciudadanos del vecino país participen en las misas. No obstante, aclaró que las iglesias y las parroquias son de todos. En ese orden, comentó que si en realidad no se quiere la presencia de haitianos en esas comunidades, los productores agropecuarios no deberían renovar los contratos de trabajo a los haitianos, para cuando se vean sin empleos tengan que regresar a su país o emigrar a otros sitios. Espinal añadió que lo que ocurrió en Juan Gómez, Guayubín, ha sucedido en Hatillo Palma, Villa Trina, Pontón La Vega, en el Sur y otras localidades.
“Y precisamente diríamos que no es por ser haitianos, porque sabemos los delitos que cometen dominicanos en Estados Unidos, España y otras nacionales, y sin embargo no hay una actitud de levantamiento de sus ciudadanos para que se vayan los criollos de esos lugares, sino que actúa la Justicia y Migración y entonces se resuelve el problema”, comentó.
El obispo noroestano aclaró que la Iglesia nunca será partícipe de la violencia, por lo que llamó a la confraternidad, a la solidaridad y acoger a las personas en un ambiente de paz y de tranquilidad para que haya bien entre todos.
Igualmente apuntó que si hay amenazas de muerte, de persecución y de agresión, lo mejor que pueden hacer los haitianos que viven en la zona es regresar a su país.
No obstante, aclaró que aunque los haitianos regresen a su país, los productores los estarán buscando de nuevo porque no tienen personas dominicanas que les hagan el trabajo en las fincas agrícolas. El obispo manifestó que aunque se vayan a su país será por un par de días, tal y como pasó en Hatillo Palma, Villa Trina, donde se fueron los que estaban pero a los dos tres días llegaron más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario